Para minimizar la posibilidad de contagios del nuevo coronavirus, los integrantes de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac) desde el 13 de mayo están implementando en sus establecimientos una estrategia denominada “Mesa Segura”, un protocolo diseñado específicamente por y para el sector restaurantero.
En esta estrategia nacional vienen elementos a seguir, los cuales están enfocados a garantizar la bioseguridad en tres áreas, una hacia el personal, otra a las áreas de trabajo y finalmente hacia los clientes, informó el presidente de Canirac Veracruz-Boca del Río, Santiago Martínez Dordella.
Entre las medidas propuestas están aquellas básicas que incluyen: medirle la temperatura a los empleados y a los clientes; el uso de cubrebocas, gel antibacterial y tapetes desinfectantes; el lavado constante de manos; sanear las mesas previa utilización por parte del cliente y el mantener una distancia de al menos 1.5 metros entre mesas.
Pero también hay otras más específicas como: realizar limpieza profunda del suelo periódicamente; incrementar frecuencia de limpieza en área de sanitarios y en objetos de contacto constante; evitar por completo el uso de toallas de tela y sustituirlas por toallas de papel desechables; redistribución de las pareas de trabajo en la cocina, para evitar el contacto entre personal; fomentar los sistemas de reserva en línea; montar la mesa delante del cliente para minimizar la exposición del menaje; eliminar elementos decorativos de la mesa, y fomentar métodos de pago electrónicos, etc.
El protocolo Mesa Segura, que permite adaptarse a la nueva normalidad que implica el COVID-19, se apega en todo momento a la Norma Oficial Mexicana de Prácticas de higiene para el proceso de alimentos, bebidas o suplementos alimenticios y deberá ser actualizado conforme vayan aprobándose nuevas recomendaciones y en tanto se vaya avanzando en las fases de recuperación y reapertura de la contingencia sanitaria.
Martínez Dordella señaló que los restauranteros han tenido que realizar una inversión para la correcta aplicación de estos protocolos, ya que se han tenido que adquirir los insumos requeridos, capacitar al personal y la supervisión que esto implica.
“La realidad es que no ha sido una tarea fácil, pero yo estoy muy contento de ver como el sector empresarial ha tomado estas acciones como suyas, preocupados por su propia salud, la de sus empleados y la de sus clientes. Creo que hoy en día el comercio formal ha dado un ejemplo sobre cómo cuidar de la gente, con el afán de seguir operando y tener espacios seguros, y no verse inmersos en una situación de salud complicada”, concluyó.
Daisy Aller
Trabajo realizado con el apoyo de: Journalism Emergency Relief Fundhttps://newsinitiative.withgoogle.com/journalism-emergency-relief-fund