“Si actuamos como un solo pueblo, incluso ante las otras epidemias que nos acechan, podemos lograr un impacto real. […] La globalización de la indiferencia seguirá amenazando y tentando nuestro caminar… Ojalá nos encuentre con los anticuerpos necesarios de la justicia, la caridad y la solidaridad. No tengamos miedo a vivir la alternativa de la civilización del amor”. Son palabras del Papa Francisco en su libro “La vida después de la pandemia”.
Editado por la Librería Editrice Vaticana, con prólogo del cardenal jesuita Michael Czerny, el libro ha tenido una distribución digital gratuita y en sus 66 páginas se pueden encontrar ocho mensajes o reflexiones del Papa argentino Jorge Mario Bergoglio.
“¿Por qué tenéis miedo?”, “Prepararnos para el después es importante”, “Como una nueva llama”, “A un ejército invisible”, “Un plan para resucitar”, “El egoísmo: un virus todavía peor”, “Al mundo de los periódicos callejeros” y “Superar los desafíos globales” son los mensajes de “La vida después de la pandemia”, un libro que está sembrando esperanza en el mundo, dice el cardenal Michael Czerny.
“Si bien el Urbi et orbi, en sentido estricto, se aplica solamente a dos de los textos que componen esta recopilación sobre la crisis del COVID-19, en cierto modo caracteriza a los ocho. En ellos, el Papa habla, de un modo muy personal, lleno de sentimiento, comprometido y esperanzado, sobre las necesidades y los sufrimientos de la gente en diversas situaciones locales”.
“Al mismo tiempo, son también textos verdaderamente universales, no sólo porque el virus amenaza a todos sin discriminación, sino especialmente porque el mundo post-COVID-19 ha de ser moldeado por todos. Estos ocho textos muestran el enfoque cálido e inclusivo del Papa Francisco, que no reduce las personas a unidades que pueden ser contadas, medidas y gestionadas, sino que une a todos juntos en la común humanidad y en el espíritu”.
“Y así, con no menos calidez e inclusividad, el Papa desafía a cada uno –sin que importe lo encumbrado o humilde que sea- a osar hacer el bien, a hacerlo mejor. ¡Nosotros podemos! ¡Debemos!”.
Prepararnos para el después
En una carta a Roberto Andrés Gallardo, el 30 de marzo de 2020, el Papa Francisco señala que “prepararnos para el después es importante”.
“Querido hermano: Gracias por tu correo. A todos nos preocupa el crecimiento, en progresión geométrica, de la pandemia. Estoy edificado por la reacción de tantas personas, médicos, enfermeras, enfermeros, voluntarios, religiosos, sacerdotes, arriesgan su vida para sanar y defender a la gente sana del contagio”.
“Algunos gobiernos han tomado medidas ejemplares con prioridades bien señaladas para defender a la población. Es verdad que estas medidas ‘molestan’ a quienes se ven obligados a cumplirlas, pero siempre es para el bien común y, a la larga, la mayoría de la gente las acepta y se mueve con una actitud positiva”.
“Los gobiernos que enfrentan así la crisis muestran la prioridad de sus decisiones: primero la gente. Y esto es importante porque todos sabemos que defender la gente supone un descalabro económico. Sería triste que se optara por lo contrario, lo cual llevaría a la muerte a muchísima gente, algo así como un genocidio virósico”.
“El viernes tuvimos una reunión con el Dicasterio del Desarrollo Humano Integral, para reflexionar sobre el ahora y sobre el después. Prepararnos para el después es importante”.
“Ya se notan algunas consecuencias que deben ser enfrentadas: hambre, sobre todo para las personas sin trabajo fijo (changas, etc.), violencia, la aparición de los usureros, (que son la verdadera peste del futuro social, delincuentes deshumanizados), etc”.
“Sobre el futuro económico es interesante la visión de la economista Mariana Mazzucato, docente en el University College London (El valor de las cosas: quién produce y quién gana en la economía global, Taurus, Barcelona 2019). Creo que ayuda a pensar el futuro. Cariños a tu madre, por favor no se olviden de rezar por mí; lo hago por ustedes. Que el Señor te bendiga y la Virgen Santa te cuide. Fraternalmente”.
Recopilación única
En esta recopilación única, el Papa Francisco también escucha y mira a muchos de los que normalmente son silenciados y permanecen invisibles, expresa el cardenal Michael Czerny.
“Mirar a los más pobres, en estos días, puede ayudarnos a todos a ser conscientes de lo que realmente nos está pasando y de nuestra verdadera condición”, cita al Papa.
El Pontífice es solidario: “Qué difícil es quedarse en casa para aquel que vive en una pequeña vivienda precaria o que directamente carece de un techo. Qué difícil es para los migrantes, las personas privadas de libertad o para aquellos que realizan un proceso de sanación por adicciones”.
Como miembros de una única familia humana y habitantes de una sola casa común, un peligroso egoísmo infecta a muchos más que el COVID-19. “Hemos fallado en nuestra responsabilidad como custodios y administradores de la tierra. Basta mirar la realidad con sinceridad para ver que hay un gran deterioro de nuestra casa común. La hemos contaminado, la hemos saqueado, poniendo en peligro nuestra misma vida… No hay futuro para nosotros si destruimos el ambiente que nos sostiene”.
“Ha llegado también el momento de reflexionar sobre las actividades económicas y el trabajo. Volver simplemente a lo que se hacía antes de la pandemia puede parecer la elección más obvia y práctica; pero, ¿por qué no pasar a algo mejor? ¿Por qué reinvertir en combustibles fósiles, monocultivos y destrucción de la selva tropical, cuando sabemos que ello agrava nuestra crisis medioambiental? ¿Por qué retomar la industria armamentística, con su terrible desperdicio de recursos y su inútil destrucción? El Papa está «preocupado por la hipocresía de ciertas personalidades políticas que hablan de afrontar la crisis… pero mientras tanto fabrican armas”.
“Para que el trabajo sea bueno, debe contribuir al desarrollo humano integral. Necesitamos seguramente ‘armas’ de una clase distinta para luchar contra la enfermedad y aliviar el sufrimiento, empezando por el equipamiento completo necesario para las clínicas y hospitales de todo el mundo. Pensemos valientemente fuera de esquemas. Después de lo que hemos pasado este año, no deberíamos tener miedo de aventurarnos por nuevos caminos y proponer soluciones innovativas”, indica.
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Trabajo realizado con el apoyo de: Journalism Emergency Relief Fundhttps://newsinitiative.withgoogle.com/journalism-emergency-relief-fund