De acuerdo con el informe “Los efectos del COVID-19 en el comercio internacional y la logística”, elaborado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), en México las exportaciones cayeron un -21 por ciento de enero a mayo, cifra que supera al promedio de América Latina y el Caribe, que se encuentra en -17 por ciento.
Asimismo, la recesión también golpeó a las importaciones, que entre enero y mayo se ubicaron en un -19 por ciento en México y un -17 por ciento en toda América Latina y el Caribe.
El estudio señala que, en general, en la región hay menos importaciones en todas las categorías y desde todos los orígenes. Según la categoría, se presentó una caída al -34 por ciento de los combustibles, al -17.1 por ciento en bienes de consumo, al -14.5 en bienes de capital y al -13.6 en insumos intermedios; mientras que por el origen hubo una caída del -25.1 por ciento, misma que supera las cifras de Estados Unidos, la Unión Europea, China y el resto de Asia.
También cayó el comercio intrarregional en todos los mecanismos de integración y su peso en las exportaciones totales. Éste afectó especialmente a las manufacturas con un desplome del -55 por ciento en el sector de los vehículos, del -35 por ciento en textiles, confecciones y calzado, del -26 por ciento en maquinarias y equipos y del -19 por ciento en otras manufacturas.
Por su parte, la variación interanual del valor de las exportaciones de bienes por destino se contrajo un -23.9 por ciento en América Latina y el Caribe, donde sólo crecieron las exportaciones agrícolas y agropecuarias un 0.9 por ciento, mientras que las de manufacturas cayeron un -18.5 por ciento y las de minería y petróleo un -25.8 por ciento.
El informe presentado recientemente por la secretaria ejecutiva de la CEPAL, Alicia Bárcena, señala que “el colapso del turismo ha derivado en el desplome las exportaciones de servicios”. Los viajes en 11 países de Latinoamérica, entre los que se encuentra México, cayeron a un -17.4 por ciento y la variación interanual de las llegadas de turistas internacionales a nuestro país se sitúa casi en un -100 por ciento, al igual que en los otros países de la región.
Esta situación acarrearía consigo que en nuestro país las exportaciones de bienes y servicios caigan un -4 por ciento, el PIB un -1 por ciento y el empleo un -4 por ciento este año.
La pandemia ha causado la casi desaparición del tráfico aéreo de pasajeros (-99 por ciento) en el mundo; la caída de el tráfico de carga (62,1%); la disminución el comercio marítimo de contenedores; el aumento del costo de los fletes y la disminución en un -45 por ciento del transporte terrestre por el cierre de actividades y la instalación de controles sanitarios.
Proyecciones para 2020
De acuerdo con el informe de la CEPAL, “en 2020 se prevé que el valor de las exportaciones de bienes caiga un -23%, el peor desempeño en 80 años y el valor de las importaciones se ubicará en el -25% por ciento, la mayor reducción en casi 40 años”.
Asimismo, aumentaría el superávit comercial por el desplome de las importaciones, la inversión y la actividad económica, particularmente en México, donde pronostican que crecerá el saldo comercial al pasar de los 6 mil millones de dólares en 2019 a los 14 mil millones de dólares en 2020.
Para los especialistas, en la post-pandemia, la producción y el comercio estarán más regionalizados y habrá mayores presiones por una mayor autonomía productiva.
“Se reforzarán dos tendencias en curso: la menor interdependencia productiva, comercial y tecnológica entre los Estados Unidos y Europa, por una parte y China, por la otra y un comercio menos abierto, más permeado por la geopolítica y la seguridad nacional, con más conflictos y con una Organización Mundial del Comercio (OMC) debilitada”.
El estudio evalúa particularmente el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), el cual considera que reforzará la FaÌbrica AmeÌrica del Norte y promoverá la relocalizacioÌn de empresas estadounidenses. Como elementos de continuidad respecto del extinto Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), refiere que “se mantiene el carácter trilateral y la estructura general de este último, no se revierte la liberalización arancelaria y profundiza la línea tradicional de EE.UU. en propiedad intelectual, comercio digital y empresas de Estado”.
Pero también cuenta con importantes cambios, como que en sector automotor aumenta el porcentaje de contenido que debe provenir de Estados Unidos (40-45 por ciento), impide a las partes firmar acuerdos comerciales con “economías no de mercado” (China) y se elimina la solución de diferencias inversionista-estado entre EE.UU. y CanadáÌ, misma que se mantiene entre EE.UU. y México en algunos sectores.
Propuestas
Para contrarrestar la situación descrita anteriormente, la CEPAL propone reducir los costos comerciales y promover una logística más eficiente, fluida y segura, así como la revisión de las regulaciones y el patrón de inversiones para adecuarlas al mundo post COVID-19 y favorecer creación de empleo.
En ese sentido, manifiestan la necesidad de “rediseñar la estrategia de inversión favoreciendo obras resilientes, eficientes y sostenibles, que impulsen conectividad y adaptación y mitigación al cambio climático; así como promover la interoperabilidad de servicios mediante regulaciones e innovaciones para el uso de medios de transporte combinados, más eficientes y con menores externalidades negativas”.
“También se debe reforzar la integración regional con acciones de facilitación comercial e inversiones coordinadas que favorezcan el empleo y la transformación productiva y fomentar la inteligencia logística mediante el uso de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) para mejorar la toma de decisiones y fomentar un flujo comercial más expedito, competitivo, seguro y sostenible”.
Trabajo realizado con el apoyo de: Journalism Emergency Relief Fundhttps://newsinitiative.withgoogle.com/journalism-emergency-relief-fund