La asesora regional de Salud Mental y Uso de Substancias de la Organización Panamericana (OPS), Carmen Martínez, advirtió que, derivado de la pandemia y las medidas de distanciamiento físico necesarias para controlarla, se ha registrado un aumento en la angustia, ansiedad y depresión entre la población, factores que a su vez incrementan el riesgo de suicidio.
Durante una conferecia impartida a través de la plataforma Zoom, explicó que la emergencia sanitaria ha afectado a la población, que ha tenido que adapatarse a diversas circunstancias: se ve obligada a trabajar desde casa, hay pérdidas laborales y económicas en general, los niños están mucho tiempo en casa y la escuela continúa de alguna manera, se han afrontado pérdidas humanas y en la mayoria de los casos existe una serie de dificultades en las relaciones sociales humanas por el distanciamiento físico.
La especialista consideró que todas estas situaciones, unidas a un incremento en la violencia, así como en el consumo de alcohol y otras sustancias, llevan a que se haya demostrado que hay un aumento en la angustia, en la ansiedad y en otros factores que tienen que ver con la depresión, por lo que hay un impacto en el bienestar psicológico de las personas.
Ante este panorama, puntualizó, algunas personas encuentran una serie de mecanismos para afrontarlo pero también existe un riesgo mayor de que se vean afectadas las personas que tienen una condición preexistente de salud mental o por uso de sustancias, quienes tienen otras condiciones físicas, los adultos mayores, quienes tienen una discapacidad, quienes tienen algún problema asociado a su entorno, como migrantes y las personas que se están desplazando, o las que tienen estigmas asociados, como determinados grupos indígenas.
Indicó que todo este panorama puede conllevar a que las personas piensen en quitarse la vida, por lo que invitó a la población a hablar del tema en forma abierta y responsable, así como permanecer conectados a pesar del distanciamiento físico.
La misma OPS refiere que “la mayoría de los suicidios son precedidos por signos de advertencia verbal o conductual como hablar sobre querer morirse, sentir una gran culpa o vergüenza, o sentirse una carga más para los demás. Otros signos son sentirse vacío, sin esperanza, atrapado o sin razón para vivir; sentirse extremadamente triste, ansioso, agitado o lleno de ira; con un dolor insoportable, ya sea emocional o físico”.
“Asimismo, cambios de comportamiento como hacer un plan o investigar formas de morir; alejarse de los amigos, decir adiós, regalar artículos importantes o hacer un testamento; hacer cosas muy arriesgadas como conducir con una rapidez extrema; mostrar cambios de humor extremos; comer o dormir demasiado o muy poco; consumir drogas o alcohol con más frecuencia, pueden ser signos de advertencia del suicidio”.
La Asesora Regional de Salud Mental y Uso de Substancias de la OPS recordó que cada año cerca de 800,000 personas se quitan la vida a nivel mundial, lo que equivale a que a una persona muere por suicidio cada 40 segundos. Particularmente, en América, cada año se registran alrededor de 100,000 muertes prematuras por suicidio. El suicidio es la tercera causa de muerte entre los jóvenes de 20 a 24 años en nuestro continente y es aproximadamente cuatro veces más frecuente en los hombres.
“Muchos pensarían que el trabajo de prevención del suicidio pertenece solamente a las organizaciones y servicios de salud, sin embargo, hoy en día tenemos muy claro que hace falta que todos los sectores se vean involucrados. Hay que hacer toda una serie de esfuerzos, cambios e inversiones a muchos niveles, desde el punto de vista de salud pero también para la sensibilización de la población, la educación y hasta la logística”, dijo.
Finalmente, aseguró que cosas tan sencillas como cuidar nuestra alimentación, practicar ejercicio, contar con espacios para hacer cosas que nos gusten y nos relajen de alguna manera y el conectar con otras personas, a pesar de la pandemia y el distanciamiento físico, nos ayudan a preservar nuestra salud mental y prevenir el suicidio.
Trabajo realizado con el apoyo de: Journalism Emergency Relief Fundhttps://newsinitiative.withgoogle.com/journalism-emergency-relief-fund