En el documento Consideraciones relativas a los pueblos indígenas, afrodescendientes y otros grupos étnicos durante la pandemia de COVID-19, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) recomienda tener en cuenta que el racismo estructural y la discriminación histórica de los que estas poblaciones han sido y continúan siendo objeto generan una situación de mayor vulnerabilidad a los efectos del virus SARS-COV-2 con respecto a la población general

“Los factores que pueden aumentar esta situación de vulnerabilidad son, entre otros, los obstáculos de acceso a la salud pública, la mayor prevalencia de las enfermedades crónicas, el menor acceso a las redes de seguridad social, la desconfianza generada por antecedentes de racismo y la alta informalidad laboral en estos grupos”.

Para el organismo internacional, este impacto puede mitigarse si se generan
acuerdos, a través de sus líderes, con la población indígena o afrodescendiente, definiendo las acciones para prevenir el COVID-19 que las personas llevarán adelante en sus comunidades y las que son responsabilidad de los servicios de salud.

Es necesario organizar y participar en los diálogos interculturales que tengan por objeto informar a los miembros de la comunidad sobre las medidas a tomar con respecto a la pandemia. Toda la información debe ser acordada, para no imponer mensajes que no sean comprendidos por las comunidades indígenas.

En ese aspecto, el componente comunicacional adquiere especial importancia en los grupos étnicos y es necesario tomar medidas específicas para que estas poblaciones tengan acceso a la información sobre prácticas de prevención y manejo de la enfermedad en sus comunidades. “Se debe establecer una articulación directa con los servicios de salud y con los responsables del manejo de la información de salud pública que se genera durante la pandemia”.

Para la OPS, no sólo se trata de traducir los mensajes de prevención a las lenguas indígenas, es importante adaptarlos culturalmente, teniendo en cuenta las costumbres y los modos de vida de la población. “Cuando sea posible, se deberían incluir también símbolos e imágenes, de forma que se haga más comprensible el mensaje. Las imágenes utilizadas deben ser adecuadas al contexto cultural, y debe evitarse el lenguaje técnico poco apropiado”.

“Es necesario garantizar que haya una variedad de plataformas de comunicación, como llamadas telefónicas, mensajes de texto, mensajes por radios locales y redes sociales, y que la información existente se adapte a formatos accesibles y culturalmente apropiados”.

El organismo derivado de Organización Mundial de la Salud considera que “se debe promover el respeto a la medicina tradicional a través del uso de las plantas, las prácticas y las costumbres tradicionales, entendiendo el sentido que esta tiene para los pueblos indígenas, así como las contribuciones que suponen para la medicina occidental. Los gobiernos han de implementar estrategias para aprovechar las contribuciones de estos conocimientos”.

“Se necesita involucrar a los médicos tradicionales y otros miembros de la comunidad para asegurar mecanismos de prevención efectivos, acceso a información adecuada, pero también medidas efectivas sobre pruebas diagnósticas y aislamiento”.

“Asimismo, se recomienda el asegurarse de que todos los consultorios que ofrezcan pruebas y servicios relacionados con COVID-19 sean accesibles, así como trabajar en acciones conjuntas encaminadas a resolver los obstáculos de adaptación lingüística y cultural, de estigmatización y de tipo económicos.

Tiene que haber capacitación que sea culturalmente adecuada dirigida a los promotores de salud, de acuerdo con las necesidades de la comunidad, así́ como para otras personas clave de la comunidad”.

La OPS considera necesario suministrar información específica sobre la pandemia, poniendo énfasis en todo aquello que sea pertinente para la comunidad y sus redes; los prestadores de servicios de salud deben participar en los diálogos de saberes para dar a conocer en la comunidad todo lo relativo al COVID-19 y, de esa forma, asegurar que se tomen acciones en los hogares que sean efectivas.

En el documento, los especialistas reiteran la importancia de “analizar las normas y las prácticas culturales existentes en estas comunidades para formular enfoques apropiados cuando se adopten estrategias de diagnóstico y tratamiento, así como medidas de cuarentena y reclusión, basadas en el respeto mutuo. Por ejemplo, en aquellas comunidades donde es culturalmente aceptado vivir en un espacio muy limitado puede hacerse difícil aceptar recomendaciones específicas sobre distanciamiento social”.


Trabajo realizado con el apoyo de: Journalism Emergency Relief Fundhttps://newsinitiative.withgoogle.com/journalism-emergency-relief-fund