Originario de la comunidad Metlac Hernández, en el municipio de La Perla —en las faldas del Cofre de Perote—,  Valentín González Nicanor realiza año con año una peregrinación de Totutla a la Catedral de Xalapa, movido por la fe y el amor a San Rafael Guízar y Valencia.

Acompañado de su esposa Carlota Arenas, salen de Totutla por la iniciativa de su amigo, Valerio, quien vive en esa población ubicada a 71 kilómetros de Xalapa, la capital de Veracruz. El trayecto, en vehículo, es de aproximadamente una hora con 20 minutos, pero a pie aumenta a 13 horas y media por carretera. Rodeando por veredas y senderos puede ser más corto.

Debido a la pandemia del COVID-19, Valentín viaja con su familia y amigos con todas las precauciones, cruza las zonas pobladas con cubrebocas, portan gel desinfectante y alcohol, pero sobre todo van confiados de que por la fe nada les pasará. Así me lo dice en entrevista, mientras llega al pueblo de Tuzamapan, ya en el municipio de Coatepec, cuando ya ha caminado unos 50 kilómetros de este peregrinar.

¿Qué le motiva, cuál es el sentido de esta caminata, por qué la hace, qué interés tiene?, le pregunto y emocionado, firme, con voz transparente, como sus palabras, dice que sigue el ejemplo de San Rafael Guízar y Valencia, quien fue un gran peregrino y misionero.

Con sus palabras, cita el pasaje del Evangelio de San Juan, cuando los discípulos le preguntan a Jesús: “Maestro, ¿dónde vives?”, y él les contesta: “Vengan y lo verán”.

“En aquel tiempo, cuando Jesús anduvo peregrinando los discípulos le preguntaban eso y él les decía, vengan y vean, descúbranme qué es lo que tengo para ustedes”.

Así, Valentín, su familia y sus amigos, van en busca de la actualización de ese mensaje de Jesús. “La verdad yo me siento muy bien al caminar. Es un sacrificio pero también es una manera de hacer lo que hizo San Rafael Guízar y Valencia, quien fue un gran peregrino y debemos se seguir su ejemplo. Esto es algo que no se debe de perder, una costumbre, una tradición y más que nada pues nosotros como cristianos nuestros padres nos enseñan que esto nos va a salvar y eso es lo que debemos transmitir a nuestros amigos, a nuestros hijos, a las personas que están con nosotros, con nuestro prójimo”.

Añade Valentín: “Muchos caminan y no saben por qué o a qué, simplemente por caminar. Es bueno saber a qué va uno o este caminar a qué lleva. A mí este caminar me conmueve mucho y me llena mucho de alegría. Es una cosa muy linda, es como la vida que uno tiene, por ejemplo yo que vengo desde lejos me vengo topando con muchas cosas bonitas. Hay veces que el camino me parece muy bonito, a veces poco hostil, difícil, de todo. Así es la vida: es un poco buena y hay veces que la vida nos trata un poco mal pero más que nada este santito nos muestra que nada es fácil en la vida. Si queremos la salvación hay que ganársela y qué más que ganársela con gusto, porque una cosa que uno hace con gusto a Dios le agrada”, asevera.

Con los pies adoloridos pero de muy buen ánimo, dice que cerca de las 19 horas de este viernes 23 de octubre estará ante la tumba de San Rafael Guízar y Valencia en la Catedral de Xalapa.

—¿Qué petición le llevas al santo?

“Pues ahorita más que nada mi entusiasmo e interés, que Dios me dé salud y que no me deje meterme en problemas y que me ayude a peregrinar, porque él fue un misionero y así quisiera, es lo que le pido a él, que me haga ese gran favor. Que me dé vida y salud para peregrinar algún día, para ser misionero como él”.

—¿No le tienes miedo a la pandemia?

“Hay que tomar medidas, precauciones, las necesarias. Pero así como miedo no, porque yo tengo la fe de que nada me va a pasar y a mis compañeros, que no se rajaron, no se echaron para atrás, no le tengo miedo a la pandemia. No me va a pasar nada primero Dios y ojalá Dios quiera y pronto esta enfermedad se termine y si no es así, que nos dé sabiduría para enfrentarla, para seguir adelante”.

—¿Cómo van de ánimo?

“De ánimo bien. Adolorido de los pies, aguantando este calorcito, pero puede escuchar en mi voz que voy bien, de buen ánimo y a darle para lo que sigue”.

Valentín González Nicanor concluye la conversación invitando a creyentes y no creyentes a que conozcan dónde vive Jesús. “Sus palabras siguen vivas hoy. Cuando los apóstoles le preguntan dónde vive él los invita a ir, a investigar, a empaparse, para que vean que tiene algo bueno para todos”.

“Es lo que siempre les digo a mis compañeros, debemos investigar la vida de los santos y tener en cuenta que tal vez no lleguemos a ser santos, pero todos anhelamos la salvación y yo creo que hasta el peor violador o peor asesino si se arrepiente de corazón Dios lo espera con los brazos abiertos”.

“Debemos de tener mucho en cuenta que Dios es amor y los invito a que aunque haya problemas, la gente nunca va a dejar de criticar, de querer no estar abajo, pero es la misma tentación, las cosas tienen solución. Mientras estemos vivos, mientras Dios no dé esa alma que esté respirando, hay modo de salvarse”, concluyó.


Trabajo realizado con el apoyo de: Journalism Emergency Relief Fundhttps://newsinitiative.withgoogle.com/journalism-emergency-relief-fund