Esta pandemia originada por el virus SARS-CoV-2 que ocasiona la enfermedad de COVID-19, ha venido a reconfigurar los ritos funerarios, expresó la licenciada en Antropología Histórica, Lilia Cañedo Morales, directora del Archivo Histórico de la Catedral Metropolitana de Xalapa.

Durante el conversatorio “Muerte, tecnología y pandemia”, en el marco de la Jornada Funeraria 2020 que organizó la Universidad Veracruzana a través del Centro de Estudios de la Cultura y la Comunicación y el Cuerpo Académico Estudios de la Cultura y la Comunicación en América Latina, Lilia Cañedo expresó que la gente siempre llega pidiendo este auxilio espiritual de los sacerdotes.

“Aunque siempre se han mostrado en la mejor disposición de ayudar, han tenido que acatar las recomendaciones sanitarias de las autoridades, por lo cual a veces la misma sociedad siente que los están rechazando, los están relegando o que no les quieren brindar este servicio”.

Es por ello que actualmente mucha gente se ha encontrado con un choque, ya que buscan reconfortarse a nivel espiritual y entender qué es lo que está pasando y el sacerdote es la persona que escucha, que reflexiona y les explica.

Recordó que “el bien morir” ha sido un rito muy antiguo de las familias católicas en general, en donde la persona recibía un servicio espiritual que incluía la extremaunción y una confesión, “algo que esta pandemia no está permitiendo, la gente está muriendo en la soledad y la familia se queda con ese sentimiento de que no pudieron acompañarlo, no pudieron estar en los últimos minutos de vida”.

Esta situación está llevando a la necesidad de buscar el auxilio en la Iglesia pero también la gente está tratando de conservar sus ritos funerarios, independientemente de las restricciones sanitarias que se están viendo hoy en día. 

“La gente dice: bueno, todavía no te vamos a depositar en algún lugar, hasta que no tengas tu misa”.

Señaló que la iglesia también se ha tenido que renovar y adaptar a los cambios que ha obligado la pandemia por COVID-19, por ejemplo a través de la transmisión de misas a distancia vía Facebook o a través de la radio, como es el caso de la Catedral Metropolitana de Xalapa.

“Se ha tratado de buscar estrategias en las cuales se les proporcione a las personas este servicio, sin embargo, las personas que llegan es gente que está desfasada con la cuestión tecnológica, personas de 70 años, de 80, pocos jóvenes y lo que se hace es que se acerquen a las tecnologías”.

Las personas tienen que seguir asistiendo a estas instituciones que nos dan una identificación, “al menos con el rito funerario, la gente lo necesita y es algo a lo que necesita acudir, necesita estar ahí, necesita estar presente ante los símbolos y los signos que para ellos representa”.

“Es algo que yo he visto que en esta pandemia no se va a erradicar, de hecho se sigue fortaleciendo y la gente lo sigue necesitando”.

Lilia Cañedo señaló que la muerte es un rito de paso, algo que tiene que cumplir el ser humano, rito que actualmente la gente está viviendo sola.

Dijo que las personas, los adultos mayores, se identifican con los cementerios o camposantos, ya que había un momento de relación e interacción con las tumbas y lo que transmiten estos espacios y los jóvenes no tienen la misma apropiación de las cosas.

Actualmente podemos ver ritos a través del celular, del internet pero nos desvinculamos, “aunque nos sintamos cercanos, estamos distanciados, como no hay esa transmisión de sentimientos entonces nos aleja”.

“Las nuevas generaciones ya no van a vivir este proceso donde había un acompañamiento hasta la disposición oficial del cuerpo que era el cementerio”.

Señaló que esta situación nos enfrenta a dos situaciones, la manera en que entendíamos la muerte antes del Covid, porque todavía decíamos bueno murió de cáncer, murió por diabetes, tenía insuficiencia renal, todavía socialmente entendíamos que era un tipo de muerte a la cual estábamos habituados y lo podíamos percibir y decíamos es algo natural que tenía que pasar, sin embargo, en tiempo de pandemia, es algo para lo que no estamos preparados, además de estar viviendo cuestiones tecnológicas en donde la sociedad está bombardeada por información que no sabemos discernir si es o no adecuada y además nuestra percepción de la muerte se volvió fría.

“Los que nos van a poder anclar un poco a no perder la esencia de lo que es la muerte, de lo que estamos viviendo y lo que debemos sentir es la familia y abuelos, porque son las personas que nos van a seguir transmitiendo y nos van a inculcar la semillita para que pase a las generaciones de nuestros descendientes y no perdamos este calor”, asentó.


Trabajo realizado con el apoyo de: Journalism Emergency Relief Fund https://newsinitiative.withgoogle.com/journalism-emergency-relief-fund