Ante el boom del turismo de aventura y naturaleza, generado por el efecto del confinamiento por la pandemia del COVID-19, es necesario seguir no sólo los protocolos generales sanitarios impuestos para evitar contagios de esta enfermedad, también la normatividad establecida para la protección de las Áreas Naturales Protegidas, así lo consideraron especialistas que participaron en el Seminario virtual por la conservación “De la montaña al mar”.

Organizado por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales y la Comisión Nacional de Áreas Protegidas a través de los Parques Nacionales Cofre de Perote, Pico de Orizaba y Parque Nacional Sistema Arrecifal Veracruzano, el webinar, moderado por Beatriz del Valle, fue transmitido por Facebook para hablar sobre las oportunidades e impacto del turismo en Áreas Naturales Protegidas.

Rosa María Ramírez Bretón, Maestra en Comunicación con enfoque social en la
Universidad Anáhuac Xalapa, Guía acreditada y Consultora de Naciones Unidas para el Desarrollo en el Parque Nacional Cofre de Perote, habló de la importancia del turismo responsable en las 182 Áreas Naturales Protegidas que existen en el país y que brindan diferentes beneficios a la sociedad.

“Son los espacios más importantes para conservar nuestra biodiversidad y los servicios ambientales de los cuales todos vivimos, entre los que se encuentran la mitigación del cambio climático, los bosques que generan agua, que producen oxígeno, que retienen el suelo, que capturan el CO2 y que poseen un hábitat de flora y fauna para mantener el ecosistema en equilibrio”.

Dijo que el Cofre de Perote es la octava montaña más alta de país; el Parque Nacional, con 11 mil 530 hectáreas, fue Decretado en 1937 y su Programa de manejo en 2015. Destacó que existe una reglamentación para el desarrollo de actividades turísticas, para los visitantes y prestadores de servicios.

Comentó que frente al interés que ha despertado la visita a las áreas naturales, es necesario seguir los protocolos generales ante el COVID-19 y generar sinergias con los guías y promotores turísticos, para verlos como agentes de cambio, ya que son ellos el contacto entre el exterior y el Área Natural Protegida (ANP) “formando un enlace en donde deben de tomar en cuenta a los residentes para que realmente con esta sinergia podamos mitigar las repercusiones que pueda tener tanta visita”.

“Parte de lo establecido como turismo responsable es tomar en cuenta tanto el medio ambiente y la gente que vive en las áreas naturales. Para poder entrar al Parque Nacional Cofre de Perote es necesario contar con las autorizaciones, los brazaletes, pero nos vamos a regir por el semáforo permitido, por el aforo permitido ante la nueva normalidad”, aseveró.

Dijo que el turismo en las ANP genera beneficios económicos y socio-ambientales, es un medio para conservar y difundir el patrimonio natural y cultural de nuestro país; ayuda a revalorizar el territorio por los locales y externos y genera concientización en los prestadores de servicios turísticos y la sociedad en general sobre la relevancia de su cuidado.

Comentó que existe un mapa de carga del aforo permitido en las diferentes secciones del Parque Nacional Cofre de Perote. El máximo es de 282 personas por día, con semáforo verde, en La Pluma, Estación de Campo; en Tembladeras-La Peña, con semáforo naranja, 30; amarillo 50 y verde, 100. En la zona Fraile-Laguna Tilapa 11, 19 y 39; en Lince, 92, 154 y 309; en Mapaches, 64, 107 y 215 y en Abuelos, 59, 99 y 199.

“Son senderos permitidos, delimitados por la CONANP y con gente de las localidades. Hay que seguir estos senderos y no abrir nuevos caminos”, destacó, al señalar que la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP), desarrolló las “Recomendaciones Generales” para la aplicación de la nueva normalidad en materia turística en las Áreas Naturales Protegidas de carácter federal de México.

Turismo organizado y responsable con la montaña

Por su parte, Bernabé Colohua Citlahua, Ingeniero forestal por el Instituto Tecnológico de Zongolica y Consultar del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo en el Parque Nacional Pico de Orizaba, dijo que el reto de la nueva normalidad para este asombroso y majestuoso espacio natural es un “turismo organizado y responsable con la montaña”.

Comentó que los guías y prestadores de servicios turísticos deben de conocer al pie de la letra la normalidad para el uso de los espacios públicos del Pico de Orizaba como lo son el Valle del encuentro y la zona de las presas, áreas de uso público-turístico-recreativo

Dijo que los más de 10 mil visitas que se reciben cada año, con un crecimiento exponencial, repercuten más que positivamente, negativamente, porque generan basura, contaminación visual y daños al ecosistema.

Llamó a incentivar proyectos comunitarios, “porque va mucha gente y no dejamos derrama en las comunidades”, cuando de alguna manera se están apropiando de su montaña, de su ecosistema. “Es necesario generar alianzas estratégicas con localidades, prestadores de servicios y el gobierno, en una sinergia que permita ordenamiento, mantenimiento y cuidado”.

Parque Nacional Sistema Arrecifal Veracruzano

Dentro del webinar “De la montaña al mar”, el biólogo Salvador Hernández Hermida, con 15 años laborando dentro del Parque Nacional Sistema Arrecifal Veracruzano, dijo que esta ANP que tiene carácter de Parque Nacional cuenta con una belleza escénica sobresaliente y una gran diversidad biológica de corales, peces, cetáceos, tortugas y aves, entre otras.

Comentó que las seis islas y los 28 arrecifes del Parque son un atractivo turístico durante todo el año y genera una gran derrama económica  para los prestadores de servicios locales.

De todas las islas, entre las que se cuentan Cancuncito y la de Sacrificios, sobresale la isla de Enmedio, la cual en 2018, registró 2 mil 500 visitas en un solo día.

Luego de presentar a sus compañeros guardaparques Miguel Arrizabalaga, Raúl Canales y Gabriel Hernández, el biólogo Salvador Hernández comentó que las visitas al Parque Nacional Sistema Arrecifal Veracruzano se han visto disminuidas por la pandemia del COVID-19.

Con datos del primer trimestre del 2019, que tuvo una afluencia de 20 mil 322 visitas, en este primer trimestre del 2020 apenas llegaron a 11 mil. La isla se cerró en el mes de marzo y se reabrió apenas en el mes de agosto.

Salvador Hernández Hermida dijo que la mayor afluencia de personas se concentra en Semana santa, vacaciones de verano y el Carnaval y que han estado trabajando para generar conciencia de la importancia ecológica de esta Reserva Natural Protegida.

“Antes o durante el recorrido que se realiza, se les hace saber de la importancia de las reglas establecidas dentro de nuestro programa de manejo, las cuales son esenciales para la conservación del ecosistema”.

“Es muy cotidiano que se quieran llevar algún tipo de recuerdo para sus lugares de origen. Se hacen esas recomendaciones y la gente está haciendo conciencia de no llevarse nada”.

Comentó que el confinamiento por la pandemia permitió más presencia de aves, de cardúmenes de peces y de vegetación rastrera en la Isla de Enmedio,  la cual tomó como ejemplo de un caso de éxito.

Destacó que la gran presencia de visitantes en otros momentos ha generado pérdida de vegetación rastrera, ausencia de cardúmenes, de tortugas, de aves.

“Ahora se concientiza a los visitantes para que nos ayuden. Han ido mejorando de manera favorable y por eso creemos que los visitantes cumplen un papel muy importante dentro de nuestra ANP”, comentó, al señalar que en un año normal, esta isla recibe unos 130 mil visitantes.

También sobre este parque, el biólogo Marcos Rangel compartió la experiencia de la Semana de la Conservación “Turismo Consciente”. Habló de Bioaxis, Servicios Ambientales, la empresa que fundó, enfocada a los ecosistemas marinos y costeros del estado de Veracruz y el trabajo que realizan en materia de educación ambiental. “Somos una empresa dedicada a la investigación, a la educación, a la eco-cultura o eco-turismo, a la supervisión ambiental marina, a la asistencia técnica submarina y al seguimiento ambiental de Proyectos costeros y marinos”, explicó.

¿Qué nos conecta de la montaña al mar, qué nos limita, qué podemos hacer?, se preguntó. Y contestó que el ciclo del agua es nuestro principal conector. “Este ciclo de agua nos permite llevarnos y traernos materiales, nutrientes y agua, el elemento principal. También nos conecta el ser humano. Una botella de plástico, una zona deforestada en la parte alta, genera efecto en el mar”, indicó.

Explicó que el Parque Nacional del Sistema Arrecifal Veracruzano es un verdadero paraíso que cada día atrae a más turistas.  “La arena blanca de esa isla te transporta de inmediato al Caribe, a la Riviera Maya. Te sientes en una isla del Caribe del Atlántico, pero mucha gente ni siquiera se imagina por qué esta arena tan blanca, por qué el contraste de la arena blanca de la Isla de Enmedio con la arena negrita o café de las playas de Antón Lizardo”.

“Es porque el arena de la Isla de Enmedio es carbonato de calcio, derivado de la erosión del arrecife y todo eso le explicamos a la gente y ya cuando la gente lo ve, entienden por qué este lugar es tan distinto”, indicó.

Dijo que como empresa promueven un turismo sustentable, como un destino verde y que ahora, con la pandemia del COVID-19 han tomado todas las medidas biosanitarias, para evitar contagios.


Trabajo realizado con el apoyo de: Journalism Emergency Relief Fundhttps://newsinitiative.withgoogle.com/journalism-emergency-relief-fund