Juan Antonio Rodríguez Lima es un ingeniero eléctrico que labora desde hace 18 años en Teléfonos de México en la ciudad de Córdoba, Veracruz, como operativo en el área técnica en reparaciones e instalaciones, lo cual implica básicamente atención a clientes en domicilios o centros de trabajo.

Como empleado de esta empresa, Juan Antonio ha enfrentado la pandemia del COVID-19 con muchas precauciones, consciente del riesgo que ha significado mantenerse en la primera línea de batalla, porque las telecomunicaciones han sido fundamentales durante el desarrollo de esta enfermedad.

Reconoce a los médicos, a las enfermeras, a todo el personal sanitario de clínicas y hospitales pero también a la gente que recoge la basura, a los repartidores, al personal de mercados y restaurantes. Ninguno de ellos ha parado, ninguno de ellos se ha podido ir a su casa a descansar y a protegerse. Junto con ellos, añade, el personal de Teléfonos de México ha arriesgado su vida, muchos han caído pero se han mantenido prestando el servicio de telecomunicaciones más grande de todo el país.

Comenta que antes de la pandemia del COVID-19, no habían existido situaciones que a la compañía le hicieran suspender labores pero la empresa de por sí cuenta con un área de sanidad, seguridad e higiene, donde se monitorea continuamente la salud del personal.

A partir de la pandemia del COVID-19 fue creada una aplicación para que mediante los teléfonos celulares cada empleado monitoree diariamente su estado de salud o si presenta síntomas de COVID-19. De esta manera, la empresa mantiene una permanente información del estado de salud del personal y ante cualquier anomalía, los envía a atención médica inmediata del consorcio de telecomunicaciones, quien les orienta en los cuidados a seguir.

En el caso de personal mayor de edad, con enfermedades de alto riesgo para contraer el COVID-19, o que ha sido contagiado, se le mantienen suspendidas sus labores, en bien tanto de ellos como de la ciudadanía, con lo cual hasta la fecha, al menos en la región de Córdoba no han tenido decesos que lamentar entre el personal activo.

En el caso de este trabajador y padre de familia, refiere no haber sentido afectada su economía en lo laboral, salvo ciertos insumos que ahora deben adquirir continuamente para el hogar (gel antibacterial, cubrebocas, etcétera); sin embargo, el trato con la gente sí fue modificado, ya que ahora deben tomar las medidas respectivas, para lo cual la empresa les proporciona todo lo necesario para el adecuado cuidado e higiene, en el entendido que si uno de los operativos llegara a estar enfermo, podría contagiar al cliente y éste a su vez al resto de su familia, creando con ello una cadena de contagio.

Por la razón antes descrita –afirma-, TELMEX les ha concientizado en la gran importancia de mantener siempre las debidas medidas de seguridad e higiene, lo cual lo replican tanto a clientes como a familiares y amistades. En el ámbito familiar, esta misma concientización se nos pidió la hicieramos extensiva en loshogares, al igual que las medidas con las cuales combatir un posible contagio

Hace énfasis en que, en el caso de los servicios de TELMEX, estos no pueden suspenderse, por el contrario, ante casi cualquier contingencia la comunicación vía telefónica es de suma importancia, de ahí que es fundamental que todo el personal esté en óptimas condiciones de salud para mantener el servicio constante de telefonía.

Para este servidor público y dado el permanente traslado, el estrés por encierro no le ha afectado; y como sabe que debe mantener en todo momento el protocolo de seguridad e higiene que les indica la compañía, ello le permite mantener un ritmo de trabajo seguro y constante, por lo cual, cada vez que tiene ocasión, a los clientes los exhorta a guardar todo el tiempo los protocolos de sana distancia, usar cubrebocas, lavarse las manos seguido, utilizar productos que contrarresten la propagación del COVID.


Trabajo realizado con el apoyo de: Journalism Emergency Relief Fundhttps://newsinitiative.withgoogle.com/journalism-emergency-relief-fund