Un trabajador del Hospital Regional de Río Blanco (HRRB) tomaba dióxido de cloro para intentar prevenir el COVID-19, junto con otros remedios naturales a base de hierbas, por lo que terminó por ser atendido en el mismo nosocomio por daño hepático, es decir, en el hígado.

Ante lo ocurrido, personal médico y autoridades del Centro de Salud de Orizaba alertaron a la población por el uso de esta sustancia.

Sobre el caso, se explicó que dicha persona comenzó a sentirse mal y al acudir a atención tuvo que ser internado por complicaciones causadas por daño hepático.

Médicos explicaron que el dióxido de cloro se mezcla en el estómago con el ácido clorhídrico descomponiendo la molécula de cloro, que libera hidrógeno, pero se va quedando una cantidad de cloro significativa en el tubo digestivo que puede generar toxicidad al organismo.

Ante ello, autoridades del Centro de Salud de Orizaba alertaron a la población para no hacer uso de sustancias de las que no hay estudios científicos que comprueben su eficacia para los usos que afirman tener.

En el caso específico del dióxido de cloro, rechazaron que se haya reglamentado el uso de esa sustancia, como ha circulado falsamente en redes sociales.

Incluso, señalaron, la COFEPRIS emitió un comunicado advirtiendo del riesgo que representa el uso de la llamada “solución mineral milagrosa”.

Las autoridades invitaron a las personas a que consulten la página de la Cofepris para conocer las advertencias e información sobre determinados medicamentos o productos.