El informe Efectos de la COVID-19 en la población migrante, elaborado por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), refiere que el cierre de empresas y la aplicación de medidas de confinamiento, así como el rápido empeoramiento de la coyuntura económica, hizo que el 51% de los migrantes en México y Centroamérica perdiera su trabajo a causa de esta pandemia.

De acuerdo con el estudio, que reúne los resultados de un sondeo realizado entre los migrantes de México y Centroamérica en estos mismos países, la contingencia también perturbó a las personas que pudieron conservar sus empleos, ya que se vieron afectadas sus condiciones laborales: el 44 % señaló que se redujo la jornada y horas laborales, un 20% cambió a la modalidad de teletrabajo, para un 10% se incrementaron sus horas de trabajo y un 26% no tuvo ningún cambio.

En cuanto a los sueldos, un 47% no vio afectada su remuneración, un 48% si tuvo una reducción en su ingreso y el 5% declaró no haber recibido salario desde que inició la pandemia.

“Los resultados del sondeo confirman, además, que las personas migrantes enfrentaban situaciones precarias previamente a la pandemia. Por ejemplo, los resultados muestran que un 69% de las personas migrantes no cuentan con un empleo remunerado, bien sea por desempleo u otras causas. Esta afectación es más marcada en el caso de las mujeres migrantes, sobre todo porque se dedican a trabajo de cuidados no remunerados como el servicio doméstico y cuidado de adultos mayores”.

“Como estrategia de resiliencia socioeconómica, el 22% de las personas migrantes recurrieron a iniciativas de emprendimientos tras quedar desempleadas a causa de la pandemia. El sector comercio es donde más iniciativas se desarrollan, no obstante, la mayoría de dichas iniciativas son de carácter informal (76%)”.

Todo lo anterior hizo que 8 de cada 10 migrantes que envían remesas hayan reducido el monto, en su mayoría debido a que no cuentan con ingresos suficientes. Del total de migrantes que tienen dependientes económicos en otro país, el 41 % de las personas ha dejado de enviar remesas.

“Lo anterior se debe a varias causas, en su mayoría vinculadas a la pandemia: las personas no tienen recursos económicos para enviar, sumado a las restricciones y medidas sanitarias a lo interno de los países para salir a hacer gestiones cotidianas, o bien por el cierre de las agencias de remesas y cierre de bancos, pero se puede concretar 7 de cada 10 de las personas que han dejado de enviar remesas, es a causa de la pandemia”.

De acuerdo con el informe de la OIT, la continencia por COVID-19 también han tenido un efecto directo en los proyectos migratorios de las personas, tanto por el cierre de fronteras, como por las medidas de cuarentena, aislamiento y distanciamiento social que se han establecido en los diferentes países de la región. En ese sentido, de las personas encuestadas, un 47% las personas de la región con intención de migrar pospuso el viaje debido a la pandemia y el 10% de las personas cambiaron de opinión por este motivo y ya no quieren migrar, esto significa que la contingencia afectó los planes migratorios de un 57% de los encuestados.

Sin embargo, estas restricciones parecen solo haber retrasado posibles migraciones, ya que el 84% de las personas que pensaron migrar en los últimos 12 meses, considerarían retomar el viaje cuando se hayan normalizado las restricciones de movilidad versus el 16% que no retomaría el viaje aun cuando se normalicen las restricciones.

“Los efectos socioeconómicos del COVID-19 también afectan el proyecto migratorio de las personas migrantes en los países de destino, quienes contemplan el retorno a sus países de origen como una opción frente a las dificultades socioeconómicas que enfrentan. Así, un 21% de las personas migrantes señaló que desea retornar a su país de origen, debido al contexto de la pandemia versus el 79% que no desea retornar. Entre estas personas que quieren retornar, el 54% son mujeres y el 46% son hombres. De las personas migrantes que desean retornar a su país de origen, la mayoría (84%) cuenta con un lugar para vivir en su país”.

“El 56% de las personas migrantes que desean retornar, lo harían cuando reúnan la cantidad de dinero necesaria para emprender el viaje, el 34% cuando se flexibilicen las restricciones de movilidad, y el 10% indica que su retorno está ya condicionado a la notificación de su embajada”.

El reporte indica que las personas migrantes señalaron en un 99% cumplir con las medidas sanitarias recomendadas para prevenir contagios de COVID-19. De tal manera que lo supuesto, en ciertas comunidades y contextos, respecto a que constituyen un vector de contagio, no cuenta con evidencia; por el contrario, este hallazgo demuestra que las personas migrantes aportan positivamente en la respuesta sanitaria a la epidemia.

Trabajo realizado con el apoyo de: Journalism Emergency Relief Fundhttps://newsinitiative.withgoogle.com/journalism-emergency-relief-fund