En espera del semáforo verde para regresar al cien por ciento a la “normalidad”, los empresarios de la región de Coatzacoalcos están conscientes de que tendrán que aprender a vivir con este virus del COVID-19 que ha modificado la forma de vida en todo el mundo.
Fernando García Carrión, Director de N&G servicios integrales; Lourdes Hidalgo Carrión, directora del restaurante Hermanos Hidalgo Carrión y Juan Ruiz Vallejo, de La Flor del Istmo, un restaurante fundado en julio de 1956, participaron en el foro virtual “Mi empresa y la nueva normalidad”, organizado por Canaco Servytur Coatzacoalcos.
Ahí, moderados por Oliverio González Rosario, el empresario Fernando García Carrión consideró que “vamos a regresar a nuestra nueva vida con los lineamientos que las autoridades recomiendan: cubrebocas, sana distancia, eventos sociales pequeños; tenemos que entender que vamos a vivir un tiempo con este virus y así tendremos que hacer nuestra vida normal”.
Dueño de la primera empresa avalada a nivel nacional por la COFEPRIS en Coatzacoalcos, para procesos de sanitización, dijo que la expresión de “nueva normalidad” fue tomada del ámbito financiero tras la crisis de 2008, para referir las nuevas condiciones que deja una crisis económica.
García Carrión dijo que esta pandemia trajo cambios sin precedentes, “porque es una etapa muy dura, muy crítica en la que hay que establecer nuevas prioridades, nuevas opciones de negocio, para seguir vigentes”. Comentó que las crisis son oportunidades y hay que adaptarse a las crisis.
Por su parte, la señora Lourdes Hidalgo Carrión, directora del restaurante Hermanos Hidalgo Carrión, ubicado en el número 1428 de la Avenida Francisco I. Madero en Puerto México, dijo que su negocio tiene 42 años y “creo que en general, todos los empresarios estamos acostumbrados a la palabra crisis”.
“Casi todos hemos oído siempre esa palabra y hasta hemos acuñado frases coloquiales para referirnos a estos tiempos. Nuestros padres nos decían: ‘hay que ahorrar para tiempos de vacas flacas’ o ‘hay veces que el pato nada y a veces que ni agua bebe’ y así es parte de nuestra historia de cada ciudad siempre tener referentes de ese tipo”.
Comentó que hasta hace unos cuatro años, Coatzacoalcos ha venido manejando una crisis, con problemas de migración, de inseguridad y ahora un problema de salud. “Afortunadamente somos una ciudad que somos muy positiva y estamos con muchas ganas de salir adelante”.
Dijo que en este caso, que es un problema de salud, como sucedió con la varicela o el sarampión que en otras épocas hicieron estragos terribles o la influenza en el siglo pasado, hasta el H1N1, que nos tocó directo en Veracruz, porque se inició en Perote el brote, como restaurantera a ella le tocó la época del cólera.
“En ese tiempo estábamos todavía como coctelería y de repente nos dijeron: ya no se puede vender ceviche; ya no se puede vender ostiones y eso sí fue un golpe duro. De repente ¿qué haces? Si nomás tenías cinco productos para vender, ¿pues qué hacemos? Empezamos a hacer un ceviche de jaiba. Le buscamos”.
Dijo que ahora, con la pandemia del COVID-19, “al principio lo vimos como algo muy lejano. Estaba por China, estaba en Europa. A lo mejor no queríamos ver la realidad de lo que se nos venía. Ese fue el error más grande que cometimos en la aplicación de ciertos criterios”, indicó.
Comentó que cuando llegó, “no sabíamos cómo enfrentarla, que si cubrebocas sí, que su cubrebocas no; que no es importante la distancia, que sí era importante y todo eso provocó estragos que cambiaron nuestra forma de vivir, nuestra forma de convivir y dañó la economía terriblemente”.
A su vez, Juan Ruiz Vallejo, de La Flor del Istmo, una empresa que fue fundada en julio de 1956, dijo de manera contundente que “crisis van y crisis vienen” y citando al científico Albert Einstein, comentó que “las crisis no son absolutas ni eternas, sino que son relativas y temporales”.
“Las definía como oportunidades, porque pueden ser una bendición para una persona, empresa o nación, porque toda crisis trae progreso, porque la creatividad surge de la angustia, así como el día surge de la noche oscura y eso es lo que ha sucedido con nosotros a través de los años”.
“Generalmente cuando hablamos de crisis nos referimos a la parte económica, la parte que parece ser que todo mundo tiene en mente, pero hay crisis de diferentes tipos. En el caso muy particular del nuestro, que estamos ubicados en sobre la ribera del río, en donde desde 1960 mis padres se establecieron, aunque el negocio lo iniciaron en el mercado Coatzacoalcos, cuando se construyó ese nuevo mercado, los locatarios se ubicaron sobre las calles de Ávila Camacho y Cristóbal Colón y mi padre, visionario, solicitó instalarse sobre la ribera del río”.
“Con el paso del tiempo, le pidieron que se saliera, porque el negocio ya estaba fincado y establecido. Para ser empresario hay que arriesgar y estar dispuesto a vivir situaciones que no son del todo agradables, que se tienen que vivir momentos difíciles. No todo empresario exitoso llegó y de la noche a la mañana hizo fortuna. Tuvo que sortear momentos difíciles y uno de los que enfrentaron mis padres fue el establecerse aquí por más tiempo de lo permitido, respetando leyes y reglamentos, pero tuvo que luchar y sortear esa situación”.
“Aquí estamos trabajando, pero esa crisis la sobrepasamos porque no se tuvo el temor de perder el negocio, se tuvo la determinación, la fuerza, la dedicación, el empuje para estar aquí, para poder mantener no solamente la empresa sino los trabajos, los empleos y poder dar satisfacción a los clientes”.
“Con el paso de los años hemos sufrido crisis de distintas formas. La crisis de salud, la del cólera, crisis económicas, devaluaciones, donde de repente tenemos un nivel de ventas que cae. Es precisamente ahí donde tenemos que saber cómo enfrentarlas, cómo sobresalir de ellas”.
Dijo que la crisis de los ochenta les permitió reinventarse, crear paquetes, nuevos productos y agregar lo que la gente le gusta, para que los mismos visitantes al ver los antojitos propios del lugar los aceptaran.
“No esperamos que las crisis se resuelvan solas o que el gobierno venga a hacerlo, uno mismo tiene que ir resolviendo y buscando las soluciones para que cualquier negocio se mantenga con el paso de los años; la crisis de salud que hoy vivimos es una prueba de nuestra capacidad para mantenernos; tenemos que trabajar en ello, con la disposición para salir adelante. La solución está en nosotros y tenemos que dar ese empuje para que la empresa se mantenga. No debemos dejar caer los brazos”.
Juan Ruiz Vallejo dijo que saldrán victoriosos, porque todo depende de quien dirija la empresa y reiteró que no se trata de quedarse de brazos cruzados y esperar que las dádivas lleguen del gobierno. “Nosotros llevamos 64 años sorteando una crisis tras otra y creo que lo hemos logrado”, indicó.
Durante el Primer foro virtual “Mi empresa y la nueva normalidad”, moderados por Oliverio González Rosario, los empresarios expusieron los retos que enfrentaron con la pandemia del COVID-19, las acciones que realizaron en sus respectivos negocios y cómo se encuentran trabajando, listos para recibir el semáforo verde, en una ciudad con 2 mil 042 casos confirmados de COVID-19, 432 fallecimientos y 52 casos sospechosos a la fecha.
El foro virtual se llevó a cabo con el apoyo de la Universidad Tecnológica del Sur de Veracruz y la Universidad Veracruzana.
Trabajo realizado con el apoyo de: Journalism Emergency Relief Fundhttps://newsinitiative.withgoogle.com/journalism-emergency-relief-fund