El jefe de la sección de libertad de expresión y seguridad a periodistas del sector de la comunicación e información de la UNESCO, Guilherme Canela, señaló que estamos viviendo una tempestad perfecta en lo que se refiere a los desafíos de la libertad de expresión y de la libertad de prensa en este momento de la pandemia.

En el foro denominado “Desafíos ante la violencia y por la seguridad de periodistas en tiempos de pandemia”, señaló que quienes discuten sobre el tema de la seguridad de los y las periodistas “estamos muy concentrados en las temáticas legales y en las políticas públicas que tienen que ver con la agenda de las fuerzas de seguridad y de los poderes judiciales y de las fiscalías”.

“Es por ello que muchas veces se olvidan de los aspectos claves como la salud y la salud mental de los y las periodistas y de sus familias involucrados en estas situaciones tan complejas”, indicó.

Expresó que normalmente en distintos países del mundo se tienen desafíos regulatorios en relación a la libertad de expresión, así como económicos y de seguridad, “pero en este momento de una manera inédita estamos enfrentando en todo el mundo no solamente en México, todos estos desafíos a la vez”.

Guilherme Canela explicó que los desafíos regulatorios son a través de las llamadas leyes de emergencia, que en muchos lugares están disminuyendo y coartando la libertad de expresión y el acceso a la información pública, supuestamente en nombre de necesidades sanitarias.

Además, dijo que también los periodistas del mundo se enfrentan a desafíos de viabilidad económica, ya que muchos medios de comunicación están cerrando las puertas “algunos expertos están hablando de que al fin de este año en muchas partes del mundo vamos a estar viviendo desiertos mediáticos, o sea lugares donde no va a haber medios informativos, sobre todo en función del desastre económico que viene asociado a la pandemia”.

Aunado al cierre de medios, los periodistas se enfrentan a desafíos laborales, desafíos en el campo debido a la cobertura del tema de la pandemia, en donde “tenemos periodistas que se están infectando con el virus y desafortunadamente una cantidad significativa de periodistas ha muerto durante el periodo de la cobertura de la pandemia”.

Sin embargo, expresó que los periodistas también se enfrentan a desafíos laborales en la perspectiva de los despidos, “están creciendo enormemente con lo cual la precarización del trabajo aumenta y la consecuencia directa de eso es que están aún más vulnerables para otros problemas incluyendo los temas de la violencia”.

Finalmente, el jefe de la sección de libertad de expresión y seguridad a periodistas del sector de la comunicación e información de la UNESCO explicó que los desafíos de seguridad son desafíos múltiples y complejos, “ellos tienen que ver con seguridad física incluyendo asesinatos de periodistas, pero también tienen que ver  con la seguridad mental de los y las periodistas, tiene que ver con cuestiones psicológicas de ellos y de sus familias, tiene que ver con temas de seguridad en línea que afectan particularmente a periodistas mujeres, el acoso en línea y desafíos por ejemplo relacionados a la seguridad jurídica, cantidad de periodistas que están siendo demandados en cortes, con prisiones arbitrarias”.

Además, comentó que se cuenta con un fenómeno complejo en términos de los victimarios, de los perpetradores de la violencia, en donde hace muchos años el principal victimario era el Estado y actualmente se tiene victimarios relacionados al crimen organizado.

“Pero no solo en relación al tráfico de drogas, a minería ilegal, al tráfico ilegal de madera o violaciones de derechos humanos, a la corrupción de políticos locales, nacionales, regionales, a la forma como las fuerzas policiales por ejemplo se comporten, la seguridad de periodistas cubriendo protestas sociales, entonces el abanico de tipologías de violencia pero también de perpetradores se ha hecho mucho más complejo en los últimos años”.

Guilherme Canela expresó que todos estos desafíos, toda esta tempestad perfecta se encuentra en medio de la más increíble ola de desinformación que hemos visto en la historia de la humanidad.

Además dijo que en este momento es cuando quizás más necesitamos la existencia de una prensa libre e independiente y plural para hacer frente a este fenómeno brutal de desinformación que estamos viviendo, “pero es un momento en que la presa está particularmente frágil por las razones que ya enumere”.

Señaló que el plan global de Naciones Unidas para seguridad a periodistas hace hincapié, en que los estados deben establecer políticas públicas coherentes, “que llamamos las políticas de los tres pesos, o sea estas políticas tienen que tener componentes de prevención, los llamados mecanismos de protección de periodistas y fuertes componentes de procuración de justicia”.

“El ciclo de impunidad que desafortunadamente viene junto con la violencia contra periodistas, sólo hace que estos ciclos se retroalimenten, porque desafortunadamente en muchas partes del mundo no cuesta nada matar a un periodista, porque los perpetradores saben que no va a pasar nada”.

“Una política eficiente de seguridad de periodistas sí tiene que involucrar los tres componentes, si solo hacemos prevención sin protección y procuración de justicia no va a funcionar, si solo hacemos protección sin prevención y procuración de justicia no va a funcionar y si solo hacemos procuración de justicia sin los otros elementos no va a funcionar, entonces este es el mensaje clave de la UNESCO”, finalizó.


Trabajo realizado con el apoyo de: Journalism Emergency Relief Fundhttps://newsinitiative.withgoogle.com/journalism-emergency-relief-fund