Independientemente de que la pandemia del COVID-19 nos agarró a todos fuera de lugar, porque nadie se esperaba una situación de esta naturaleza, lo que fundamentalmente ha fallado es que no se ha dado una comunicación adecuada de los gobiernos y de los organismos internacionales para generar un mensaje uniforme de cómo enfrentarla y cómo solucionarla, así lo considera el consultor veracruzano Alejandro Caballero Azamar.
“La Organización Mundial de la Salud dice una cosa, el Gobierno de México dice una cosa, el Gobierno de Estados Unidos o de Francia o de Inglaterra tienen otro manejo, China incluso, que fue el lugar donde se originó igualmente lo maneja de otra manera. Entonces no se ha articulado una estrategia única que nos permita primero que nada enfrentar el problema y luego tratar de solucionarlo”.
“Entonces básicamente y de entrada yo creo que hay un problema de comunicación, no sólo de los gobiernos y los organismos mundiales hacia la sociedad, sino entre ellos mismos y otro problema es que para resolver el tema no se ha articulado una estrategia única que desde todos los frentes permita solucionar la situación”, refirió
Egresado de la Universidad Veracruzana, con una Maestría en Comunicación Política y Gobernanza por The George Washington University, el alvaradeño Alejandro Caballero Azamar dirige la Consultoría política “Buró de estrategias y comunicación” y desde ahí ha analizado este fenómeno que sorprendió al mundo y que al 29 de octubre de 2020 lleva en México 912 mil 811 casos confirmados y 90 mil 773 defunciones registradas.
La pandemia del COVID-19, que ya está registrando rebrotes en varios países europeos y que no ha sido controlada del todo en México, debió haber sido tratada con un esquema homogéneo, que pudo irse perfeccionando, según la experiencia de cada país.
“El problema es que cada maestrito tiene su librito y cada quien cree que su libro es el adecuado. En el tema del manejo de gobierno, de manejo político, cada quien considera que es dueño de su verdad y considera que la realidad de Turquía o la realidad de Inglaterra o la realidad de México son muy distantes”.
“El ejemplo en el caso de México es que el gobierno nos dice que no podemos parar, no podemos cerrar la economía mandando a todo mundo a su casa, porque al tener un país, donde más del 50 por ciento de la fuerza de trabajo pertenece al sector informal, eso va a colapsar a la economía del país”.
“En cambio, en Inglaterra o Estados Unidos, países del primer mundo, si metemos y confinamos a todos en su casa, no va a generarse un problema tan grave porque el gobierno tiene los recursos suficientes para darle ayuda económica a todas las familias, porque hay grandes empresas que tienen la capacidad de aguantar la situación cuatro o cinco meses, pero ese no es el caso de México”.
“Entonces, ¿qué ha sucedido? Que no se ha podido enfrentar el problema de la misma manera en cada lugar y eso ¿que ha generado? pues que a la fecha no tengamos un cómo se resuelve”.
“Hay uno o dos casos de éxito, Australia, Nueva Zelanda, pero son casos aislados en donde les ha ayudado su aislamiento, porque están en medio de la nada, pero en continentes como Europa en donde las fronteras geográficas prácticamente no existen, en donde tenemos un mercado unificado en todos los sentidos, donde hay libertad de tránsito, una sola moneda, todo se complica de gran manera igual que sucede por ejemplo de Sudamérica”.
—¿Esta falla en la comunicación tuvo que ver para que en algunos círculos no se creyera en la existencia de esta enfermedad o se desdeñara?
“Claro, pero también es síntoma de algo muy sencillo: no existe credibilidad en las instituciones, sean del origen que sean, sea en México, sea en Sudamérica, sea en Europa o sea en Asia. En todo el mundo hay movimientos en contra de la existencia del Coronavirus e incluso hacen promoción hacia el resto de la comunidad para que no crean en el Coronavirus, porque dicen, es un invento de los hombres del poder para sus supuestos turbios intereses”.
“¿Qué sucede entonces? Hay una mala comunicación de los gobiernos, hay campañas que alientan el hecho de que el Coronavirus no existe y así se genera una confusión en la ciudadanía y que encontramos un caldo de cultivo para la desinformación, para la infodemia”.
La “infodemia”, un término utilizado ya por la Organización Mundial de la Salud, es una epidemia de fake news, de noticias falsas sobre la pandemia, que se propaga viralmente por redes sociales, ha causado mucho daño en todo el mundo.
“Esa desinformación, esa falta de articulación en las estrategias, ese único cauce por donde se llevan las cosas ¿qué provoca?, que el problema se agudice y que en el caso de México, por ejemplo, no solamente hablemos de un rebrote, si no que hablamos de un mismo brote que no se ha podido controlar y que lo único que ha tenido son altibajos”.
Comunicar bien, el reto de campañas políticas
Alejandro Caballero Azamar, quien desde su Consultoría política “Buró de estrategias y comunicación”, se ha especializado en campañas electorales y acciones de gobierno, orientado al tema fundamentalmente de los políticos, su imagen, mensaje y manejo estratégico, considera que esta pandemia de COVID-19, que llegó para quedarse, trastocará el modo de hacer campañas políticas, de frente a la elección del 2021.
—¿Cuál será el reto para candidatos, para los políticos ahora que sigue la pandemia?
“Establecer el mejor vínculo de comunicación con el electorado. Vamos a tener campañas muy limitadas. Seguramente el organismo electoral y los entes públicos habrán de articular una serie de recomendaciones para que no haya eventos masivos, para que no haya los mítines tradicionales y las grandes concentraciones y eso va a obligar a los partidos y a los candidatos a ser innovadores, a buscar nuevos esquemas que nos permitan entrar en contacto con el electorado ¿y quién va a ganar?, quizá el que comunique mejor, pero en un contexto de una comunicación casi personalizada”.
Las redes sociales y la comunicación digital, jugarán un papel preponderante, “porque las redes sociales hoy en día dominan gran parte del contexto de la agenda pública”.
“Esto no quiere decir que sean el único. A diferencia de antes, donde las campañas se elaboraban para grupos objetivo o target del electorado específicos, por ejemplo mujeres de 30 a 40 años, hombres de clase media de zonas suburbanas, jóvenes deportistas en edad universitaria o así, muy probablemente se tenga que hablar de campañas como te decía más personalizadas, con mensajes más concretos e incluso hacía targets más específicos”.
“Eso va a complicar el tema y también va a generar un efecto en las campañas de que las va a hacer todavía más costosas, porque se va a requerir todavía más investigación para poder construir un buen mensaje, una buena imagen y estrategias de contacto que te permitan construir condiciones de viabilidad política para el proyecto del que formas parte”.
Sin embargo, añade Alejandro Caballero Azamar, nada podrá sustituir la comunicación personal, el intercambio de miradas, el saludo de frente, el tocar las manos, el saludo directo, el encuentro de dos rostros, pero el reto hoy por hoy, para evitar más contagios de COVID-19, será la comunicación efectiva a distancia.
“Como todo lo que implica la pandemia en materia de salud, en materia financiera, también en materia política y en materia electoral, el tema implica un reto. Vivimos el reto más importante de nuestra generación y el aspecto electoral y político no va a quedar ajeno a este tema y eso nos va a obligar, a quienes nos dedicamos a esto, a los políticos, a los candidatos, a los partidos, a innovar, a ser diferentes y quien van a salir ganando al final es la sociedad, son los electores, porque esta situación nos va a obligar a tener que comunicarnos mejor, ser más claros, ser más honestos, hablar más de frente y eso va a redundar en un beneficio mayor para la sociedad”, concluye.
Trabajo realizado con el apoyo de: Journalism Emergency Relief Fundhttps://newsinitiative.withgoogle.com/journalism-emergency-relief-fund