Los Centros de Enfermedades Contagiosas (Communicable Disease Center, CDC) reconocieron el pasado 10 de noviembre que los cubrebocas no sólo protegen a los demás, sino también protegen al propio usuario y presentaron modelos matemáticos para demostrar que si todos usáramos cubrebocas para la tasa de reproducción del COVID-19, en un par de meses podríamos dominar o por lo menos controlar esta epidemia, expresó el  doctor Alejandro Macías Hernández.

En el webinar “La interacción de COVID-19 e influenza y el manejo por el médico general”, organizada por el Gobierno de México a través de la Secretaría de Salud, en coordinación con la Comisión Nacional de Arbitraje Médico (CONAMED), el médico especialista en medicina interna e infectología, profesor e investigador del área de Microbiología y enfermedades infecciosas del Departamento de Medicina y Nutrición de la Universidad de Guanajuato, señaló que la pandemia por COVID-19 no ha terminado.

“Que nadie se equivoque. Esto no se ha terminado, ni se va a terminar pronto. No tengamos esa fatiga de pandemia, porque el virus no se ha fatigado de nosotros, esta es una enfermedad que se va a mantener con nosotros lo que resta de este año y muy probablemente el 2021 hasta que no tengamos los efectos de la vacunación”, señaló el miembro de la Academia Nacional de Medicina de México e Investigador Nacional nivel 2 por parte del sistema Nacional de Investigadores.

Dijo que los modelos matemáticos demuestran que esto lo podríamos resolver si todos usáramos un buen cubrebocas, el cual es aquel que cubre bien desde el puente de la nariz hasta la base de la barbilla y que preferentemente sea a prueba de todo, es decir que tenga un moldeador nasal para que no se pueda traer usándolo de bigote o de barba.

“Así es como un buen cubrebocas nos puede ayudar a controlar no sólo la COVID, sino la influenza y ese es el primer trabajo en los primeros niveles de atención, recordarle a la gente la importancia del uso del cubrebocas. Es una promoción que debemos de hacer, no sólo el uso del cubrebocas, sino también de usar bien el cubrebocas y usar un buen cubrebocas”.

Recordó que los coronavirus humanos tradicionalmente se consideraban virus de baja patogenicidad, es decir virus grandes, pero que causan generalmente catarros y se conocían como virus menores.

Sin embargo en 2002 fue una sorpresa que estos virus que son endémicos y que mundialmente no han causado un problema serio, estuvieran dando un síndrome tan grave como el primer SARS, posteriormente el síndrome del medio oriente y ahora este nuevo SARS-Cov-2.

“Sabemos que los coronavirus vienen de los murciélagos, se adaptan a un mamífero peridoméstico, el primer SARS fue a un gato salvaje, el segundo fue hacia los camellos en su estrecha relación con los beduinos y este parece tener relación, aunque no hay seguridad todavía sobre este animalito que es el pangolín, que se usa mucho en la medicina tradicional china”.

Macías Hernández comentó que los coronavirus han dejado de ser esos virus menores y nos han llevado a una nueva realidad, con la necesidad de atacarlos con mayor presteza de lo que solíamos hacerlo.

Recordó que los mecanismos de transmisión son sobre todo la vía aérea a corta distancia y a larga distancia, lo que se llama la vía por gotas y la vía por aerosoles.

“Los cubrebocas sabemos que protegen a los demás y ese ha sido el discurso de siempre, pero ahora sabemos que las gotas respiratorias son de varios tipos, hay unas que se llaman balísticas, que son muy grandes y que llevan una gran carga, pero hay otras que se llaman inhalables, torácicas y respirables que son más pequeñas y que protegemos con el uso de googles y sobre todo de un buen cubrebocas”, expresó.

Comentó que los países tienen mucho qué hacer para manejar bien la pandemia de COVID-19, sin embargo por desgracia en el mundo siguen aumentando los casos, por ejemplo en México no se ha podido llevar las tasas a cero, “ahora con el frío puede ser que este virus todavía nos muestre muy malas cosas en México con la llegada del invierno como se está viendo en Estados Unidos”.

“Muy probablemente vamos a ver complicado este invierno con la estación de influenza. No vemos la luz al final del túnel en México, las muertes parecían irse reduciendo, ahora han tendido a incrementarse y esto parece señalar que en el tiempo de frío vamos a ver todavía cosas muy malas en relación con la pandemia”.

Señaló que en México mientras las autoridades no determinen una activación de la influenza, la gente con síntomas como fiebre y tos, son diagnosticadas con coronavirus mientras no se demuestre lo contrario.

SARS-Cov-2 e Influenza

Alejandro Macías Hernández explicó que las enfermedades por COVID-19 e influenza presentan sintomatología muy similares, sin embargo la COVID-19 ocasiona un daño severo en los pulmones, requiriendo para los pacientes de un proceso de entubación.

Dijo que las manifestaciones de gravedad de COVID e Influenza son: cuando el paciente desarrolla el Síndrome de Insuficiencia respiratoria aguda y grave, la tormenta de citocinas que hace que se blanqueen los pulmones, la insuficiencia renal y la falla cardiaca, eso es igual para influenza y para coronavirus, las coagulopatía, embolias son más de coronavirus, en eso no se parecen.

Explicó que los niños con el COVID llegan a presentar un síndrome conocido como Kawasaki-like el cual es un síndrome respiratorio multi-sistémico ocasionado más en pacientes con COVID.

“La influenza y COVID comparten muchas semejanzas y si se nos juntan van a ser difíciles de distinguir”.

Oxigenación en sangre

En su ponencia el médico refiere que con el COVID-19 se presenta la hipoxemia feliz, lo cual significa que hay pacientes que tienen una saturación de oxígeno en sangre muy baja, representando un riesgo para su salud, sin embargo no se sienten mal.

Dijo que es importante que quienes tienen sospecha o están confirmados con COVID-19, necesitan comprarse un oxímetro y estar checando de manera constante su saturación de oxígeno.

“Si vamos a aprender algo en esta plática, aprendamos el valor de la oximetría sobre el valor de la polifarmacia, lo más importante es el oxígeno”, recalcó.

Además, explicó que la gente que se alivia puede quedar con manifestaciones crónicas, en el caso de COVID, también de influenza pero más de COVID, es decir ya tuvo COVID pero ahora se siente más cansado, tiene dificultad para respirar, el COVID ya pasó hace un mes, pero esto puede durar varios meses, puede tener arritmias, puede quedar con fibrosis pulmonar, puede tener convulsiones,  puede tener dolor de cabeza, puede tener una especie de niebla mental que no lo deja pensar bien, cambios emocionales, lo que es llamado síndrome post COVID.

Recomendaciones

El miembro de la Academia Nacional de Medicina de México e Investigador Nacional nivel 2 por parte del sistema Nacional de Investigadores, recomienda no bajar la guardia en cuidados para evitar contagios por COVID-19.

Recalcó la importancia del uso de cubrebocas, ventilar espacios cerrados, evitar aglomeraciones y mantener la sana distancia.

Destacó la importancia de la vacunación contra la influenza este año, porque las enfermedades se parecen mucho y será difícil distinguir cada padecimiento.

“La infección de uno, no excluye la infección del otro”, dijo, es por ello que los virus pueden venir juntos y en ausencia de vacunas es muy probable que lleguen a co-circular influenza y COVID-19.

Además, recalcó la importancia de cuidar a las personas que pertenecen a un grupo de riesgo como edad avanzada, con hipertensión, enfermedades crónicas como diabetes, sobrepeso y obesidad, tabaquismo, adicciones, así como el personal de salud, mujeres embarazadas y niños menores de 5 años en el caso de la influenza.

Semejanzas COVID-influenza

Se presentan con fiebre, tos y malestar general.
Tienen muchos casos asintomáticos y pre sintomáticos.
Se transmiten por gotas, contacto directo e indirecto y aerosoles.
Se usan las mismas medidas de salud como higiene de manos y etiqueta respiratoria.
En pandemias responden al distanciamiento social.

Diferencias COVID-Influenza

Periodo de incubación medio mayor en COVID (6d vs. 3d).
Inicio paulatino en COVID, en influenza es más súbita.
Para COVID no tenemos un buen antiviral ni vacuna.
Mayor tasa de contagio en el R0, una persona con COVID en promedio infecta a 3 a 6. personas, de influenza va a infectar en promedio a una o dos.
Mayor daño multiorgánico en COVID-19.
Mayor propensión a la coagulación intravascular y la muerte en el COVID.
Los niños se contagian de los adultos en el caso del COVID y en influenza es al revés.
Los niños en COVID se afectan poco, en cambio en influenza los niños menores de 5 años suelen tener cuadros graves.

Trabajo realizado con el apoyo de: Journalism Emergency Relief Fundhttps://newsinitiative.withgoogle.com/journalism-emergency-relief-fund