La respuesta del Gobierno ante la emergencia sanitaria por COVID-19 en Coatzacoalcos ha sido pésima, ya que no se han tomado medidas necesarias para controlar la pandemia, por lo que sigue creciendo el número de casos y así seguirá si no toman medidas estrictas durante unos 15 días para logra cortar el ciclo de transmisión del virus, afirmó el presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) Región Sur del Estado de Veracruz, Esteban Enríquez España.

Refirió que en el municipio, en el que hay más de mil contagiados confirmados, se han tomado algunas medidas como desinfectar mercados y las calles alrededor de los hospitales pero donde están los puntos de alto contagio no hacen nada.

“Sabemos que no es responsabilidad el Gobierno que estemos tratando con este problema pero sí hay mucho que podrían hacer para lograr disminuir el contagio. Hay Estados que se deberían de tomar como ejemplo, como el caso de Jalisco que, al tomar ciertas medidas, pasaron de estar entre los primeros lugares del país en número de enfermos de coronavirus confirmados a estar en semáforo naranja”.

Señaló que la población está ignorando las recomendaciones de salud, hay personas que andan sin cubrebocas por toda la ciudad y la única medida que está tomando el Municipio es hacer cierres vehiculares en ciertos polígonos de la ciudad, como el del Centro, que se queda desierto entre semana y aún más entre semana en materia de vehículos pero la gente puede pasar a pie todavía, con lo que es más vulnerable a los contagios.

Cierran al menos 20 bocacalles con elementos de seguridad, cuidando ahí, mientras que en otras zonas nadie vigila que no haya aglomeraciones o que se respeten los protocolos de salud, en las que no se hace ningún cierre y no se aplica ninguna medida, dijo.

“En los bancos hay unas colas enormes de gente que no respeta la sana distancia, que no usa cubrebocas y ningún elemento de seguridad se ocupa para evitar estas situaciones, porque están ocupados con el cierre vehicular”.

Enríquez España aclaró que desde el CCE ha tratado de acercarse a las autoridades para hacerles ver la gravedad del asunto “pero no se puede razonar, hablan de que no pueden obligar a la gente a usar cubrebocas por una cuestión de derechos humanos, mientras que utilizan a los elementos de seguridad que tienen para cosas sin sentido, que no ayudan y no suman a evitar la propagación del virus. Aunque se les ha señalado donde están realmente los puntos de contagio, ahí no se meten”.

Refirió que los comerciantes establecidos están cumpliendo con las medidas y protocolos que piden desde la Secretaría de Salud y la del Trabajo, Previsión Social y Productividad, “muchos negocios considerados no esenciales permanecen cerrados, mientras que en las calles hay una locura de vendedores ambulantes y una romería de gente sin cubrebocas, a los que no les dicen nada”.

“Es necesario meter en orden a estas personas. Entendemos que todos tienen que subsistir de algo, por eso se ha insistido que los ambulantes sean incorporados en mercados y plazas, para que tengan lugares fijos, incluso se les prepararon los locales pero ellos prefieren ocupar la calle donde venden más y como la autoridad no toma medidas para controlar esta situación, ahí siguen”.

El Presidente del CCE reiteró que sería mejor para todos pasar 15 días de medidas estrictas y posteriormente poder abrir a una nueva y relativa normalidad, que mantenernos por meses como estamos hoy.

Comentó que los empresarios se encuentran en una situación muy difícil a causa del Coronavirus, muchos negocios considerados no esenciales han tenido que cerrar sus puertas y al no tener ingresos y no tener apoyo del Gobierno, no tienen manera de hacerle frente a los gastos de renta, luz, pago de impuestos y otros compromisos con los que, aunque no estén operando, tienen que cumplir.

En el caso de la hotelería, ejemplificó, teníamos una ocupación media del 32 por ciento, la cual era pésima pero con la pandemia ha caído abajo del 6 por ciento, por lo que se cae lo que ya estaba perdido y si antes no había utilidades, ahora es insostenible. “Lo mismo pasa en restaurantes y en prácticamente todos los giros”.

“Este escenario también ha incrementado el desempleo, ya que los empresarios no tienen ningún ingreso, por lo que no pueden pagar nóminas y esto ha provocado que no consigan mantener su plantilla laboral”.

Es urgente que se regrese a una cierta normalidad en el sector empresarial, reflexionó pero a la vez, no se puede porque no hay reales por parte del Gobierno para controlar la pandemia. “Entendemos que es muy difícil pero no han sabido controlar el virus para que haya una apertura de la economía y si no hacen nada, no se podrá abrir en mucho tiempo”.

Esteban Enríquez explicó que los comercios establecidos están siguiendo todos los protocolos de salud requeridos para evitar contagios, como mantener distancias, la desinfección de los locales, el tener gel, cubrebocas y otras medidas que cambian según el giro. “Tenemos la intención de cuidar a nuestros clientes, a nuestro personal y a nosotros mismos”,

Recordó que Coatzacoalcos tiene uno de los índices de mortalidad más altos del Estado, “llegamos a estar por el 25 por ciento, es decir de cuatro personas a las que se les detectaba la enfermedad una perdía la vida, ahora estamos un poco arriba del 20 por ciento, que también es una cifra muy alta”.

Aquí hemos visto que una persona cuando presenta los primeros síntomas se acerca a los servicios de salud, donde le dicen que está bien, que no necesita hospitalización, la mandan a su casa a descansar y que tome paracetamol y, al no tener un tratamiento adecuado, en una semana ingresa en el hospital prácticamente para ser entubada y perder la vida, relató.

El empresario refirió que, además del daño que ha traído la pandemia, en el sur del Estado ya se iba arrastrando una crisis desde hace cuatro años, derivada de la falta de actividad económica desde que terminó la construcción del complejo Etileno Siglo XXI y del incendio en la Planta de Clorados 3 de Petróleos Mexicanos (PEMEX), que aconteció en el 2016”.

Asimismo, la inseguridad ha sumado a esta situación al ahuyentar a la gente de venir a Coatzacoalcos, puntualizó. “Hay una gran percepción negativa de la ciudad, a pesar de que la situación no es peor de la que hay prácticamente en el resto del Estado y del país”.

Aclaró que en la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) que aplica el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), Coatzacoalcos figura entre las cinco ciudades con peor percepción de inseguridad en el país; sin embargo, los datos no arrojan lo mismo a la hora de analizar la incidencia delictiva, donde no figura entre las 50 peores del país.

“Lo que realmente esa encuesta dice es que las personas no estaban acostumbradas a que sucediera nada relacionado con delincuencia de alto impacto y al haberse dado algunos eventos, estamos con miedo en la ciudad. Eso se ha visto reflejado en que la gente tenga una mayor percepción de peligro del que en realidad existe y no quiera venir a Coatzacoalcos, lo que también ha contribuido a mermar la actividad económica”.

Por su parte, señaló que la industria tiene otros problemas, como la falta de gas y otros insumos que no está surtiendo PEMEX, ya que no se dieron las condiciones para su importación, aclaró. “Al darse esta situación, también tienen años trabajando muy por debajo de su capacidad, lo que también ha aportado a la inactividad que ha habido en la región sur en los últimos años”.

Trabajo realizado con el apoyo de: Journalism Emergency Relief Fund